Salmos 2

Salmos 2
2:7 Yo publicaré el decreto;Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;Yo te engendré hoy.2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,Y como posesión tuya los confines de la tierra.

martes, 26 de junio de 2012

Estudio de Mateo 24:37-39

Introducción
En este estudio conoceremos la posición de Jesús frente a la del pueblo de Israel en cuanto a la posición espiritual en que se encontraban, antes y durante que se les fue anunciado las buenas nuevas de arrepentimiento.
Además de las comparaciones que Él mismo realiza en cuanto al comportamiento que llevaban hasta ese entonces y por consiguientes la consecuencia de sus decisiones.
Veremos el reflejo de la condición de la iglesia hoy en día, apreciaremos que no existen diferencias en la posición en el corazón del hombre, en cuanto al lugar que ocupa Dios.

Desarrollo
Mateo
24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
24:38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Verso 37: Aquí Jesús le hace una advertencia al pueblo de Israel, ya que ellos no creyeron en su venida en ningún momento, ni tampoco creían en que Él era el mesías anunciado por los profetas, menos aun podrían creer en su segunda venida.

Verso 38: Señala y hace una comparación en cuanto a su comportamiento, deja muy en claro que el Cristiano no debe perder su tiempo en las cosas pasajeras de este mundo y que debe estar continuamente preparado para cuando el venga.

Verso 39: Este versículo nos muestra las dudas que existen en los cristianos y aun en aquellos que no lo son, muchas veces para poder creer es necesario que ocurran señales reales y palpables y muchas veces olvidamos lo que hizo Noé, el creyó, se preparo, actuó y obedeció.

Apreciaciones:
Basados en estas aclaraciones no queda duda de que muchos de nosotros y al igual que muchos cristianos hemos olvidado el cumplimiento de los estatutos y preceptos establecidos en la palabra, dejándose llevar por la superficialidad y las vanidades de estos tiempos.
Ahora cual es la diferencia entre los tiempos de Noé, el de los apóstoles o este tiempo, claramente no mucha, aun el hombre desvía su corazón de lo verdaderamente importante.
Si pudiéramos cumplir con aquellas características que Noé tenia, si le creyéramos a los propósitos de Dios, si actuáramos conforme a su palabra y sus propósitos, si obedeciéramos, hasta que el cumpla sus promesas, entonces no pondríamos en duda su venida, no podríamos no creer en su poder y no duraríamos de lo que Él nos ha dicho.
Ahora bien para entrar en el reino de los cielos, debemos estar inmersos en las cosas del reino, así cuando el venga por su iglesia no lo dudaremos, tomaremos nuestra posición como Noé y entraremos al lugar que se nos ha prometido.
Cuando Noé cumplió lo que Dios le había mandado el pudo disfruta de los que muchos no disfrutan, la salvación y la vida, no debemos esperar a que caiga la lluvia o que haya una manifestación exacerbada de la venia del Señor para entrar y sumergirnos por completo en su rio.

Conclusiones:
  • EL cristiano debe estar en constate búsqueda y preparación para cuando Jesucristo venga por su iglesia.
  • Debemos obedecer su Palabra y no menospreciarla.
  • Tenemos la obligación de anunciar las nuevas de amor y paz.

Bendiciones MEFS

miércoles, 13 de junio de 2012

La Fidelidad a Dios en los tiempos Actuales

Introducción
En este estudio hablaremos de fidelidad de Dios en estos tiempos. Aunque parezca un poco difícil y contradictorio hablaremos del porque ya las ganas de llevar una vida fiel a Dios se han acabado en muchos de que un día dijeron servir a Dios hasta la muerte.
Ya no existe esa pasión como un los comienzos del caminar o la primera vez que le conocimos, tiempo en los que decíamos con nuestras palabras que cumpliríamos sus mandatos, todo esto a pesar de lo que pudiera venir a nuestras vidas, fueran estas alguna prueba a nosotros mismos o a uno de los nuestros (hijos, padres, familiares).

Comparaciones entre los tiempos
Para poder definir claramente la fidelidad en los tiempos actuales debemos hacer una comparación  con los tiempos antiguos, que llevaba a aquellos hombre a servir y seguir a Dios fielmente sin tener un prueba palpable o sustentable de su presencia, debemos recordar que las manifestaciones eran personales y ha muy pocos, aun mas para que el pueblo siguiera a Dios el único testimonio era el Arca del Pacto, al contrario para nosotros el testimonio vivo fue la crucifixión de Jesús por nuestros pecados, señal que permanece hasta hoy a lo largo de los años y los siglos.
Claramente hombres como Josué, Daniel, David, Elías, Ezequiel y tantos más son un testimonio literal de fidelidad a Dios, sus procesos, vivencias, sacrificios a Dios son un reflejo de que a pesar de las circunstancias que vivieron y no teniendo la oportunidad de conocer el sacrificio del Hijo de Dios, no claudicaron, pudieron decaer en algunos momentos, pero siguieron firmes, pasaron todos los años de su vida al servicio de una convicción profunda en sus corazones, su Amor a Dios y la certeza de que el cumpliría sus promesas.
Ahora teniendo en cuenta esta pequeña aclaración porque hoy en día están difícil encontrar hombres y mujeres fieles a Dios a pesar de las circunstancias que puedan vivir, muchas veces estamos fieles a Dios por sus bendiciones, pero sucede un pequeño cambio en nuestra vida, alguna crisis, una promesa que no llega, años de oraciones que no son cumplidas, entonces inmediatamente la fidelidad claudica, se acaba, mengua y desaparece.
En momentos como estos las oraciones son menos frecuentes, los canticos de adoración se vuelven menos apasionados que aquella vez que le conocimos, la iglesia se vuelve un lugar monótono y aburrido, cada día desaparece la pasión el amor y la fidelidad.
Las palabras que decíamos y proclamábamos de serles fieles hasta el final es solo un recuerdo que resuena en algún rincón de nuestros corazones pero que ya no es profundo ni convincente para nuestro actuar, entonces poco a poco comenzamos a debilitarnos y también a aquellos que están a nuestro alrededor, familias, amigos, hermanos en la fe, provocando que ellos decaigan juntamente con nosotros en la fidelidad que decíamos tener a Dios.
Que sucede cuando un ministerio pierde su fidelidad a Dios, entonces el entorno es mucho peor aún, un ejemplo claro es cuando Moisés subió al monte para recibir los mandamientos de Dios, entonces el pueblo comenzó a murmura contra él y contra el mandato que Dios les había mandado que hicieran al salir de Egipto, volviendo su corazón a dioses ajenos, siendo un pueblo infiel y desleal, entonces la fidelidad se pierde solamente cuando notros mismos la rechazamos al igual que el pueblo de Israel rechazo ser fieles a Dios en las instancias que su líder buscaba respuestas y mandatos departe de Él.
En estos tiempos para muchos llevar una vida fiel a Dios es difícil, pero es porque no creen verdaderamente en Él. No existe una verdadera convicción en el cristiano y mucho menos en aquellos que desde la distancia miran el ejemplo y testimonio de muchos. La fidelidad no se vive en ningún ámbito, cada día la infidelidad es mayor en los matrimonios, las familias, amistades, etc. Entonces nadie quiere ser fiel porque requiere un compromiso de dejar aquello que estorba para poder dejar el pecado.
El hombre y la mujer prefieren vivir en la infidelidad a Dios, para poder disfrutar de una vida más liviana, sin cuestionamientos, entonces no es difícil ver como los esposos y las esposas son infieles, como los hijos se vuelves desleales e infieles a sus padres, con tales ejemplos que esperamos de nuestras futuras generaciones, que fidelidad y amor a Dios les podemos pedir, si no somos el reflejo de ella.
Como no poderle ser fiel a Dios, si su fidelidad y amor nos han seguido por los siglos de los siglos, su fidelidad no cambia, su amor no cambia, entonces, porque somos tan infieles, porque desviamos nuestros corazones.
Sin en los tiempos antiguos existieron hombre fieles a Dios, porque ahora tendría que ser la excepción, este es un desafío para nosotros mismos y además una promesa. Bienaventurados los que creyeron y no vieron…

Conclusión
  • La fidelidad a Dios se pierde solamente cuando nosotros mismos la rechazamos.
  • La fidelidad a Dios no puede ser medida por las circunstancias que estemos viviendo.
  • Debemos dar testimonio de fidelidad a Dios, así otros serán fieles también.
  • La fidelidad de Dios no cambia, el permanece fiel a pesar de nuestras infidelidades.